Contamos con varios robles y especies difíciles de ver hoy en día como el alcornoque o Quercus suber, además de un sector forestado en forma circular con una gran palmera en su centro.
Según me contó un vecino octogenario de un pueblo aledaño, este lugar era aprovechado por las hijas del cónsul para tomar sol y evitar que los hombres las vieran। Sirvió también como punto de referencia en los vuelos entre Buenos Aires y Mar del Plata, porque desde el cielo se ve un círculo perfecto. Lo cierto es que es un lugar ideal para meditar, tomar una clase de yoga o simplemente relajarse al sol.
Jacobo también construyó casas en diferentes lugares del campo para sus hijas, que al día de hoy se encuentran restauradas íntegramente para recibir turistas।
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